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twist and levicorpus

Sirius Black:

  • Nombre: Sirius Black III.

  • Casa a la que pertenece: Gryffindor.

  • Ocupación: Estudiante.

  • Sangre: Pura.

  • Patronus: Perro, pastor alemán.

  • Varita: Roble, fibra de corazón de dragón, 28 cm, rígida.

  • Fecha de nacimiento: 3 de Noviembre de 1959.

  • Historia: Sirius Black es un mago de sangre pura nacido en el inicio del invierno de aquel año. El mayor de dos hermQUITA DE AHÍ, COÑO. Joder. Puta narradora de mierda. Ni que yo fuera tan idiota como para no saber qué he vivido y qué no, joder. Ni que necesitara una niñera para que me limpiara el culo como Regulus. ¿Qué no te interesa mi vida? Me da igual, esto tiene un hechizo, no podrás levantar la mirada hasta que acabes de leer. Vale, hechas las presentaciones, empecemos, ¿por dónde? Pues joder, por el principio. No tengo mucho que contar de aquella época, no se. No me acuerdo de casi nada, solo de las fotos de los albumes familiares. Al parecer siempre fui un poco trasto, y sorprendeos, pero mi prima Bellatrix y yo eramos completamente inseparables. ¡A mi no me mireis! Era pequeño y no sabía qué hacía. Antes— hace tres meses— me gustaba guardar una foto en la que estabamos los dos metiéndonos un poco con Narcissa, las risas, y el rostro de la cría rojo de furia. Luego me di cuenta de que me la suda, así que la quemé. No me explico por qué aun no me la saco de la cabeza. En fin, eso, eramos una familia feliz, ¿sabeis? Nos llevábamos todos bien, nos gustaba colarnos en los bailes y escaparnos de la tía o de mamá que siempre venían a regañarnos. Yo era el ojito derecho de mi padre, y siempre eraa el centro de las regañinas ejemplares de mi madre, pero aun así, todos nos queríamos, eramos casi normales, extremadamente serios y educados, pero al fin y al cabo, normales. Entonces hubo un momento en el que todo cambió, ¡no! Más bien yo me di cuenta de todo. Abrí los ojos. Quizás fue demasiado tarde, o quizás demasiado pronto, pero la realidad me explotó en la cara con once años ya casi caducos. Vale, no pongas esa puta cara, ¿vale? Y deja que continue. El caso es que mi familia junto a otros como Malfoy, Mulciber y demás apellidos que me dan ganas de vomitar nos colocamos en uno de los vagones, todos juntos, selectos, como si fueramos la élite o algo así. Me gustaba que pensaran en mi de esa manera, no nos engañemos, alguien importante, si. Pero no sabía lo que conllevaba, cosa que aprendí segundos después. La asquerosa rata— no te ofendas Peter, tío, yo te quiero— inmunda de mi prima en esos momentos, comenzó a discutir con otra alumna. Al parecer era una Hufflepuff y no se podían verla cara. Lo que yo no esperaba por esa época es que Bellatrix sacara su varita y dirigiera un maleficio de los gordos, joder, de los imperdonables, hacia ella. ¿Sabeis? Miradme como os de la gana. Yo quería a mi prima, yo la tenía en estima, siempre decían que nos parecíamos, yo quería parecerme a ella. O eso pensaba. Pero en ese momento me di cuenta de que no quería que me tuvieran miedo para ser respetado. No quería hacerle daño a la gente. No quería ser así porque "Somos Black, Sirius, somos puros, somos superiores, nunca débiles, así se enseña una lección", y yo no quería dar lecciones a golpe de varita. No. Hubo algo que se me atragantó en la garganta. No se que, joder. No se qué fue. Pero definitivamente, si aquello era ser un Black, yo no quería serlo. Por eso la selección fue tan importante para mi. Porque algo que nadie sabe es que el sombrero quería Slytherin, y yo solo quería la casa en la que renegar más de mi condición. Demostrar que yo era diferente, ¿sabeis? Y esa era Gryffindor. La casa de los valientes, si, esa me gustaba. Por eso mismo le supliqué, y yo nunca suplico, al sombrero que cualquier cosa sería mejor que Slytherin. Vale. A partir de aquí mi vida se separó en dos caminos, pero sin dramas, tíos. Primero. Mi familia empezó a odiarme como si no hubiera un mañana, solo por una puta casa. Todos menos mi tío Alphard, que siempre es enrollado y lo único por lo que lo quieren es porque... Joder, es el puto amo. Yo era "una verguenza para la familia" porque "desde tiempos inmemoriables todos los magos Black habían pertenecido a Slytherin" y que por favor "no sabían qué habían hecho mal". Yo estaba que mordía, lo juro. Al principio si, me afecto, me molestó. Era mi familia. Luego me la empezó a sudar a lo grande. ¿Para qué me iba a servir? No me iban a amargar la existencia. Y después. Joder ya era orgullo. Si me querían como pesadilla me iban a tener. Pero de las peores. Ahí empecé a ser yo, yo de verdad. Yo como ahora. Mi yo de quinto curso. Pero todo hay que decirlo. Aun así, si algo odian los Black más que a los Gryffindor, eso es a los perdedores. Y yo nunca he estado dispuesto a perder. Por eso mi padre era experto en sacar a relucir todo mis logros, mis notas y el Quidditch y yo siempre me encargaba de ponerles en evidencia de cualquier manera. A la par... Joder, pues a mis colegas, ¿no? Esa es la parte buena. Si, esa es la que merece la pena de toda esta historia. Y no, quereis ver a un Sirius blandito al que se le iluminan los ojos con el recuerdo de sus amigos. ¡Jah! A mi solo se me aguan los ojos con las buenas mamadas, no os flipeis. Pero iré uno por uno. Peter. A Peter le conocí porque el muy imbecil me tiró el agua en los pantalones, porque con once jodidos años tenía aquella ilusión permanente y aquella sonrisa en la cara que hacía que el resto de su cuerpo se descontrolara. Remus y James, los muy cabrones, se rieron todo lo que quisieron, y si un chico como aquel podía hacer aquello sin temer a la ira de un niño de doce años con el caracter de aquel Black, definitivamente merecía ser su amigo. James. James es como mi jodido hermano porque bueno, James es James y no hay más. Mira, no espero que lo comprendais, pero es lo que hay. Si, la mitad pensais que somos gilipollas. La otra mitad que estamos buenisimos. Yo os digo que daríamos la vida por el otro. Ah, y que seré el padrino de su hijo, sin dudarlo, vamos, ese puesto lo tengo reservado desde que nos conocimos. Y bueno. Por último pero ni mucho menos importante, Remus. Remus. Llamarle mejor amigo sería insultarle, porque sería demasiado poco. Remus es el mejor de todos, joder. Y no hay más explicación que esta. Él es el motivo por el que nos pasamos días, meses, noches enteras colandonos en todas las secciones, porque, joder. El calladito de Lupin era una bestia. Podía desgarrarnos y acabar con todos. Y a) no podíamos dejarlo solo y b) si él era un lobo... Yo tenía que ser un bicho más grande y que pudiera dar más miedo. De esa jodida frase dicha por mi en segundo año, surgieron los animagos. El perro no fue una elección casual. Vale, esa frase no es mía. La dijo en su día el listo de Lupin. Pero queda de puta madre y a él no le importa. ¿Que a veces la cago? También, bueno, casi siempre, es parte de mi encanto. Quizás lo más gordo fue lo de Snape y Remus y... Mejor corremos un túpido velo ¿si? Pero bueno, dejaré esto pasar, porque no quiero ponerme sentimental, no me va. ¿Qué más os puedo contar? Qué, ni que tuviera que ir por orden o algo, no soy escritor, cojones, ¿no te gusta? Que te dén. ¡Ah si! Hablando de gustar. Ya se por dónde seguir. A poca gente no le gusto. Vale, aquí vienen mis batallitas de Hogwarts. Soy guapo, hasta ahí todo bien, soy guapo, y como soy guapo le gusto a las tías. Bueno, excepto a Evans, pero es que a esa le gusta James, cuanto más niegues que te encanta Potter, más se cantea. Pero bueno, al tema ¿Sabeis? Si dijera que he pensado en asentar la cabeza, mentiría. Me gustan las chicas y yo les gusto a ellaEH, QUE VUELVE, JODER OYE, NO ¡DÉJAME NO HE TERMIN.

  • Personalidad: Sirius Black, externamente puede parecer hueco. Pero nada más lejos de la verdad, en realidad, la mitad es fachada, y la otra mitad son sus ideales grabados a fuego. Amigo de sus amigos, entregado hasta el final, experto en rebeldía, amante de la mágia y las tormentas, siendo él el mísmo relámpago, es aquel chico que da vueltas y vueltas, que consigue conciliar el sueño por las noches y no quiere levantarse por las mañanas. Al que, si entras en su cuarto le puedes ver con un libro debajo de la cara pero no afirmará jamás que le gusta hacer algo que se considere correcto. A ese Gryffindor en el que todas sus fuerzas van a pensar a qué Slytherin tocar las narices ese día o cual va a ser la travesura de ese fin de año... O incluso "¡Tíos! Tenemos que hacer un Mapa del Merodeador de Londres". Es esa frase que se necesita en el momento adecuado. Es el enfado desenroscándose en si mismo, una furia nacida desde su estómago, y después la cabeza baja, simulando un "lo siento" que nunca le enseñaron a decir. Es el que daría su vida por sus amigos, y el que intentaría, hasta el final, que su apellido no significara nada, y que no fuera nada más que aquel complemento perfecto al primero. En definitiva... ¡QUE SOY EL PUTO AMO! 

  • Gustos y disgustos: Si se tuviera que poner de relieve alguna cosa por encima de cualquier otra, esa sería estar con sus amigos. Quejarse de los deberes con Remus, o de que está lloviendo y no pueden jugar al Quidditch con James. Chinchar una o dos veces a Peter y después ser el primero el echarle una mano. Le gusta cuidar de Remus después de la luna llena. Le gusta ser el perro de grandes colmillos. Le gusta el chocolate. Odia que lo judguen. En serio, sin hacer como diría él "un drama innecesario", no sería la primera vez que cuando se le presenta como Sirius Black, frunzan el ceño y le miren de arriba a abajo, sin saber nada de él. Pero sobre todo odia que sus años de Hogwarts lleguen a su fin. Odia ese vértigo que crea dentro de él, por no saber qué paso es el siguiente, porque no sabe qué viene después de dejar su hogar.

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