Los años setenta de un Reino Unido burbujeante está llegando a su fin. La pasión, ya creciente, por el rock and roll inunda allá donde pisa. Los Rolling Stones están en auge tras varios años de rodaje y la banda británica más grande de todos los tiempos y una de las de mayor repercusión mundial, The Beatles, se desintegró siete años atrás, dejando cuatro voces que cantaban por separado con una única alma. Bandas como AC/DC y Queen, Led Zeppelin y Kiss, los Bee Gees y Elton John inician su recorrido siendo el legado de una música que todos recordarán como la mejor música de todos los tiempos, sin excepción. Nuevos grupos aparecen, nueva música, una nueva vida. Es época de crear, de innovar, de probar. La música se convierte en el pan de cada dÃa, es el año 1977, y hay un nuevo estilo de vida resurgiendo en la isla de la reina madre. Funk, reggae, glam rock, hard rock, hip hop, disco, rock sinfónico. Todos uno, marcando a una generación entera.
Es un momento de probar cosas nuevas y el mundo mágico no se queda apartado.
La influencia de los nacidos de muggles o personas no mágicas y mestizos inunda el colegio de Hogwarts de Magia y HechicerÃa de vinilos y casetes, de walkmans y tocadiscos. Algunos mágicos, otro no tanto. La magia se ve hechizada por la generación del rock, y nadie puede parar esa enfermedad. Unos la abrazar entusiasmados, otros se asustarán de los cambios. Los maldecirán e insultarán. "Esa música infernal es un insulto a la buena música" dirán "Si Beethoven levantara cabeza". Y no se darán cuenta de que la música, igual que las personas, no es mejor o peor por ser diferente.
Sin embargo, ante una mentalidad completamente abierta, una época en la que las drogas, el sexo o la sexualidad no son temas tabú, los prejuicios brotan de la tierra como las malas hierbas. Prejuicios que surgen con más fuerza que nunca. Los pasillos de Hogwarts se llenan de miradas reprobatorias contra los "no puros", y mientras todo se queda ahÃ, en miradas e insultos que se lleva el viento, la situación empeora fuera de la protección de las murallas del castillo.
Sin embargo un nuevo curso empieza, y nadie piensa en las cosas malas cuando en el vagón del Hogwarts Express los pies se mueven al ritmo de un joven David Bowie. "We can be heroes just for one day" y los corazones saltan de alegrÃa al ver el castillo alzarse en toda su gloria a lo lejos, allá en el pequeño pueblo de Hogsmeade.
Un nuevo curso y el colegio que les ha visto crecer dan la bienvenida a los ansiosos alumnos. El primer dÃa del mes de septiembre las puertas del castillo se cierran para abrigar a nuevos y viejos alumnos, y aunque ninguno lo sepa, grandes cosas les esperan. Su destino está escrito, aunque ellos lo desconozcan